De manera más detallada el recocido del acero, consiste en dar un tratamiento térmico a este ya sea un alambre o un alambrón; dicho proceso es el sometimiento prolongado dentro de un horno a temperaturas elevadas, para que el producto sufra cierto tipo de alteraciones en los elementos base que lo componen, dando como resultado la estimulación al ablandamiento y la maquinabilidad, además de hacerlo más resistente y que este tenga un acabado distinto al de los demás aceros.
El proceso de recocido le proporciona al alambre un nivel mucho más alto en cuanto a ductilidad se refiere, pues este proceso de calentamiento reduce de manera notoria la rigidez del acero, dicho de otra forma, obtiene mayor flexibilidad y maleabilidad permitiendo de esta manera un modelado mucho más fácil y sencillo; pero el proceso de recocido no solo se limita en darle esas propiedades al alambre, pues este también adquiere mayor resistencia estructural, reduciendo tensiones residuales, evitando de esta manera cualquier tipo de quiebre o rompimiento estructural.
Los alambres recocidos al proceder de un alambrón, estos pueden tener diferentes diámetros o mejor conocidos como calibres, los cuales determinan el grosor de cada hilo y la resistencia que este tendrá para darle una aplicación adecuada. Como proceso posterior a la fabricación y determinación del grosor de nuestro alambre, viene el encarretado del mismo formando rollos de diferentes pesos, para su transporte, almacenamiento y su disposición en obra.