Esto es posible debido a que las láminas traslúcidas dejan pasar los rayos del sol por su cubierta, dejando que el calor y la luz solar iluminen el interior de un sitio sin la necesidad de utilizar una fuente de energía eléctrica para iluminar un sector en específico. El beneficio más inmediato se tiene en el costo que esto implica, ya que se deja de consumir energía eléctrica solo para iluminación, lo que disminuye el pago de electricidad de manera considerable, dado que la luz eléctrica es un elemento constante.
El ahorro económico que se tiene gracias a esto es relevante, ya que se estima que puede llegar a ser desde el 20% menos de consumo hasta un 40% menos de gasto energético solo para iluminación, tomando en consideración solo sitios en donde se trabaja de día y no existe el turno nocturno. Tampoco se considera en esta medición el consumo eléctrico en componentes electrónicos de uso diario, como lo pueden ser las computadoras, sobretodo en oficinas, talleres, mercados, etc.
Los materiales de estos productos son plásticos, por lo que tienen una ligera tolerancia a doblarse sin perder su forma o romperse. Esto hace que sean más adaptables a ciertas formas en comparación con las láminas de acero. Además de esto, las láminas traslúcidas también representan un ahorro económico como producto, ya que es más redituable que construir utilizando cantidades grandes de concreto y de varillas de acero para sostener muros y techos de la parte superior de un lugar.